miércoles, 21 de noviembre de 2012

Mejora la seguridad y privacidad de tu cuenta de Facebook


Con más de 800 millones de usuarios, la cantidad de información personal que maneja y almacena Facebook es enorme. De hecho, semejante volumen de información sumado a las no muchas facilidades de la red social de Mark Zuckerberg para configurar la privacidad de los perfiles, suelen dar como resultado que, en determinadas ocasiones, estemos mostrando mucha más información que la que, realmente, nos gustaría dar. En cualquier tipo de red social, el usuario es el mejor sistema de seguridad, es decir, uno debe ser consciente en qué cosas comparte y con quién y, sobre todo, invertir algo de tiempo en explorar las opciones de seguridad para ajustar al máximo la visibilidad de la información y evitar que ojos extraños accedan a contenidos que deberían permanecer en un círculo cercano.

Creo que, de todas las redes sociales que existen, Google+ es la que mejor ha representado este concepto con los círculos. Si recordamos lo que son los círculos son agrupaciones de personas a las que damos una visibilidad determinada sobre los contenidos que publicamos, algo así como los círculos de confianza que tenemos con la gente en la vida real (gente cercana que tiene acceso a mucha más información que la que nos es algo más lejana). Precisamente, esa es uno de los criterios que podemos tener en cuenta a la hora de gestionar nuestra privacidad en Facebook y, teniendo en cuenta todo esto y algunos detalles más, podemos ajustar un poco nuestra configuración y, gracias a esta inversión de tiempo, ahorrarnos algún que otro disgusto.

Mejor en SSL

Hace poco más de un año, una extensión llamada Firesheep nos dejó intranquilos al mostrarnos lo fácil que era suplantar una cuenta (y robar las credenciales) cuando algún usuario accedía a servicios como Facebook sin cifrar y en conexiones compartidas. Si bien el acceso es algo más lento, es fundamental acceder a servicios como Facebook mediante una conexión SSL y, aunque la autentificación sí que vaya bajo SSL, el resto de la experiencia en Facebook obligatoriamente no tiene que funcionar así.

Para que nuestra conexión a Facebook siempre esté cifrada tendremos que acceder a “Configuración de la Cuenta” y, una vez ahí, a “Configuración de la seguridad”, marcando la opción de navegar en Facebook de manera segura siempre.


Controla las sesiones activas

Salvo que tengamos la certeza de que nadie va a usar nuestro equipo y, por tanto, nuestro navegador, es conveniente que terminemos la sesión en sitios como Facebook antes de cerrar la ventana del navegador (sobre todo si es un equipo de acceso compartido, como el del hall de un hotel). Una buena forma de controlar qué credenciales de acceso están activas y, por tanto, podrían servir para acceder a Facebook sin necesidad de introducir usuario y contraseña es consultar las sesiones activas (“Configuración de la Cuenta” y, una vez ahí, a “Configuración de la seguridad”), un lugar en el que se nos mostrarán las sesiones iniciadas (con su ubicación y plataforma) para que, en el caso de encontrar alguna extraña, podamos proceder a su cancelación.

Controla quién puede etiquetarte

Suele ser común que la gente suba fotografías a Facebook, por ejemplo, una felicitación navideña, y comiencen a etiquetar gente. Si el que etiqueta es alguien que no es amigo mío y, sin embargo, es capaz de etiquetarnos porque tengamos amigos comunes, significa que, quizás, debamos prestar atención al alcance de nuestro perfil y debamos visitar la “Configuración de Privacidad”.


En el caso de las etiquetas, podemos evitar el autoetiquetado de Facebook, que digan dónde estamos (a través de su móvil), o que cualquiera tenga acceso a los datos de nuestra biografía y perfil personal. Todos estos apartados podemos controlarlos gracias a un menú en el que se nos ofrece el alcance que queremos dar a nuestro propio rastro.

Acota quién puede vernos, escribirnos o encontrarnos

Alemania, por ejemplo, prohibió que la información recopilada a través de las redes sociales pudiese ser utilizada en procesos de selección de personal, sin embargo, es una práctica habitual por muchas empresas. La mejor manera de garantizar nuestra privacidad es que dediquemos algo de tiempo a ajustar la visibilidad de nuestro perfil y eso es algo que podemos hacer desde “Configuración de la Privacidad” en “Cómo conectas”.


Gracias a este panel de configuración podremos controlar quién nos puede solicitar una conexión de amistad (cualquiera o gente que tenga amigos en común con nosotros), escribirnos mediante un mensaje, contribuir a nuestra biografía (indicando, por ejemplo, que asistió al colegio con nosotros), etc.

¿Amigos o conocidos?

Bajo mi punto de vista, Facebook ha deformado un poco el significado de la palabra amigo y, realmente, ha extendido demasiado su alcance. En Facebook, nuestros contactos son amigos independientemente al grado de cercanía que éstos tengan. Desde hace algún tiempo, si pasamos por nuestra lista de contactos (o por el perfil de alguno de éstos) tenemos la posibilidad de catalogar nuestras conexiones entre mejores amigos, amigos y conocidos, pudiendo así acotar algo más el alcance de las publicaciones y aplicarlo a enlaces que compartamos, actualizaciones de estado o, incluso, fotografías publicadas.

Las listas son tus amigas

Si queremos acotar mucho más el alcance de nuestras publicaciones y ajustar al máximo qué puede ver cada contacto, podemos trabajar con las listas de contactos y agrupar “amigos” con características comunes bajo el paraguas de una lista. Gracias a las listas podremos controlar también el alcance de las publicaciones con una herramienta algo más flexible que el “amigos o conocidos” y, de esa forma, cada uno de nuestros contactos verá lo que consideremos oportuno.


Piensa en lo que harías en el mundo real

Nosotros somos nuestra mejor protección en Facebook, es decir, que aplicando el sentido común y pensando en lo que haríamos en el mundo real, podríamos solventar muchas de las cuestiones relativas a la privacidad de nuestra cuenta. Si tenemos, dentro de nuestros contactos, a nuestro jefe o compañeros del trabajo, hemos de ser conscientes de ellos antes de publicar algo relativo a nuestro entorno laboral y, si vamos a hacerlo, quizás deberíamos tomar la precaución de publicarlo únicamente a nuestros allegados y excluir al grupo de contactos del trabajo.

Vale la pena echar un vistazo a las opciones de configuración de privacidad de nuestra cuenta, más que perder el tiempo, realmente, es una inversión.

Fuente: Bitelia

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