Los delincuentes encuentran en la mayor red social del mundo basada en la web un territorio que crece en cantidad de usuarios en la Argentina, quienes no toman en cuenta recaudos mínimos e imprescindibles para resguardar su seguridad.
El reciente caso policial que protagonizó una adolescente, quien fue liberada por la Policía bonaerense, luego de que fuera contactada a través de la red social Facebook y secuestrada en el partido de San Miguel por un comerciante (ver toda la historia más adelante en esta nota de iProfesional.com), puso de manifiesto que el espacio virtual creado por el estadounidense Mark Zuckerberg se convirtió en un terreno donde los delincuentes buscan a sus víctimas.
Ladrones y personas con inclinaciones perversas encuentran en Facebook un territorio que cada día crece más en cantidad de usuarios, que no toman en cuenta recaudos mínimos e imprescindibles para resguardar su seguridad, tanto en el mundo virtual como en el real.
Los datos de su crecimiento son impresionantes: de acuerdo a un informe difundido este mes por la consultora comScore, dicha red creció entre septiembre de 2009 y este año un 54%, pasando en ese lapso de 6,931 millones de visitantes únicos a 10,667 millones, y convirtiéndose en el tercer sitio más visitado del país.
Hablando con extraños
Se puede suponer que una parte de ese crecimiento provino de la afluencia de niños y adolescentes, quienes no tendrían en cuenta el viejo consejo paterno de “no hables con extraños”, según se desprende de una encuesta privada.
De acuerdo con una investigación realizada a chicos de entre 12 y 15 años de escuelas de la Capital Federal, el Gran Buenos Aires y algunas ciudades del interior del país, entre marzo y julio de 2010, los adolescentes reconocen haber brindado datos personales a extraños por medio de Internet y las redes sociales.
Además, uno de los datos más llamativos es que el 36% de los chicos reconoce haber estado alguna vez expuesto de manera directa a al menos una de las problemáticas propias de los entornos virtuales en la red, tales como entrar en contactos con extraños, sexting, ciberbulling, envío de fotos provocativas y adicción a Internet o juegos entre otros. El 54% de estas respuestas correspondieron a mujeres.
Según la encuesta, 29% de los chicos reconoce haber tenido contacto con personas desconocidas a través de redes sociales e Internet.
“A esta situación se suma que, cuando se les consulta a los chicos sobre si conocen a alguien cercano que haya pasado por una situación similar, el número asciende al 56%”, comentó Enrique Vera Vionnet, Gerente de Marketing de LoJack Cono Sur, la empresa que encargó el sondeo.
Del 56% de alumnos que manifestaron haber brindado datos a desconocidos, la mayoría refiere haber compartido principalmente su dirección de correo electrónico (42%) y nombre y apellido en segundo lugar (37%).
En cuanto al tiempo dedicado al uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), los chicos reparten sus horas entre la búsqueda de información en la web (22%), juegos on y off line (21%), envío de SMS (20%), chat (19%) y la participación en redes sociales (18%).
Privacidad y amistades
El uso de las redes sociales también tiene un costado positivo, ya que el 86% de los encuestados respondió que usa las plataformas de chat para vincularse con sus amistades. Al mismo tiempo, el 75% de los chicos sienten que es en sus hogares donde cuentan con mayor privacidad para conectarse a Internet y hacer uso de la red.
“Creemos que estos temas requieren la participación de todos los sectores, docentes, alumnos y fundamentalmente padres, ya que los chicos necesitan que haya un adulto cerca que vele por ellos”, comentó Vera Vionnet.
En la primera edición de este estudio, desarrollado durante 2009 a más de 400 alumnos entre los 13 y los 15 años, el 46% había manifestado haber publicado datos personales en Internet.
Un caso real
El caso que llevó a las tapas de los diarios a Facebook, pero con connotaciones policiales, fue el de una mujer de 16 años, quien tras seis días de búsqueda pudo ser liberada, además de la detención de su secuestrador, un comerciante de 38 años de edad.
El detenido, quien se dedicaba a pactar encuentros mediante Facebook, se hizo pasar por un adolescente. Antes de entrar al colegio, la adolescente fue a encontrarse con él.
Pero, al llegar, vio que se trataba de un adulto, quien la secuestró para llevarla al partido de La Matanza, donde la mantuvo cautiva durante una semana.
Una vez que la familia denunció la desaparición, el captor enviaba mensajes de textos desde el celular de la menor. A partir de ese momento, los peritos de la Policía iniciaron las investigaciones y revisaron a fondo el perfil de Facebook de la joven.
Allí pudieron comprobar el nombre (falso o real, las fuentes policiales no precisaron este dato) de la persona con la que se había encontrado y luego crearon un perfil apócrifo haciéndose pasar por una adolescente.
A partir de ese momento, se programó un encuentro, el hombre llegó al lugar, pero al ver que nadie asistió se retiró. Luego se lo siguió hasta localizar el domicilio.
Después salió y se dirigió hacia un comercio, que es de su propiedad, donde se venden y se reparan celulares. Posteriormente, efectivos policiales lo detuvieron y lograron liberar a la joven.
Consejos y prevenciones
¿Qué hacer para fomentar los cuidados y las prevenciones en el uso de Facebook entre adolescentes? Desde la empresa de seguridad informática Panda Security recomendaron adoptar estos consejos para que los padres inculquen entre sus hijos, que en esta nota están expresados para explicárselos directamente a ellos.
Evita clickear sobre enlaces sospechosos
Cuando estés hablando a través de programas de mensajería instantánea (como el MSN Messenger o cualquier chat) o recibas un correo, no hagas clic nunca directamente sobre ningún vínculo.
Si el mensaje o correo procede de una persona que conoces, teclea la dirección en la barra del navegador. Si procede de gente desconocida, directamente es mejor que lo ignores.
Es peligroso descargar o ejecutar archivos de procedencia desconocida
En muchas ocasiones habrás recibido a través de mensajería instantánea un mensaje de una persona que te invitaba a descargarte una foto, una canción o un video.
En ocasiones, ese archivo no habrá sido enviado por esa persona, sino por un programa malicioso que lo ha infectado y que está tratando de extenderse a más usuarios.
Por ello, lo mejor que puedes hacer es preguntar a tu amigo si de verdad te ha enviado algo.
Si contesta que no, infórmale que está infectado y que debe poner un mensaje en su nick que se lo haga saber a sus contactos, para que estos no se “contagien” también mientras él elimina el archivo dañino de su PC.
No hables con desconocidos
En los chats, redes sociales o en los sistemas de mensajería instantánea, nunca podemos tener una completa seguridad de quién está al otro lado, ya que no le vemos.
Menos aún cuando se trata de comunidades online cuyos miembros no tienen ninguna relación previa entre sí.
Por eso, procura no entablar amistad con desconocidos y mucho menos encontrarte con ellos en la vida real.
Evita proporcionar datos confidenciales a través de la red
Nunca envíes información privada (datos como tu dirección, tu teléfono, etc.) a través de e-mail o mensajería instantánea y mucho menos aún la publiques en un blog o en un foro.
Además, debes tener cuidado cuando creas tus perfiles para redes sociales como Facebook o MySpace, en ellos no deben figurar datos como tu dirección o tu edad.
También es aconsejable que no emplees tu nombre real, sino un pseudónimo o “nick”.
Sospecha al menor indicio
Si algún programa que no recuerdas haber instalado comienza a mostrarte falsas infecciones o ventanas emergentes o pop-ups en los que se te invita a comprar algún tipo de producto, desconfía.
Lo más seguro es que en tu equipo se haya instalado algún tipo de malware.
Navega acompañado
A la hora de hacer búsquedas en Internet es mejor hacerlo acompañado de un adulto para que te guíe y te aconseje dónde buscar.
Siempre es más seguro acudir a fuentes fiables y oficiales que a webs desconocidas.
Habla con los mayores
Cuando tengas dudas sobre algún tema, veas algo sospechoso o recibas correos o mensajes ofensivos o peligrosos, habla con un adulto. Él podrá aconsejarte.
“La penetración cada vez mayor de las nuevas tecnologías en los hogares; el temprano acceso de los niños al uso de Internet y la brecha digital existente entre padres e hijos, hace que los menores se encuentren vulnerables frente a muchos peligros de Internet”, explicó Luis Corrons, director técnico de PandaLabs, el área de investigaciones de Panda.
“Es necesario asegurarnos de que nuestros hijos disfrutan realmente de la red de forma saludable. Para ello, siempre recomendamos que haya la máxima confianza entre padres e hijos de forma que no haga falta una vigilancia exhaustiva, la relación se base en la confianza y así podamos estar todos tranquilos acerca de la actividad de los pequeños en redes sociales”, afirmó el especialista.
Autor: Cesar Dergarabedian
Fuente: iProfesional.com
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