En plena era digital, Argentina no cuenta con una legislación que proteja a las víctimas de los delitos informáticos como el robo de identidad o el “ciber hostigamiento” (“Grooming”,como se lo conoce en inglés) ya que dos proyectos de ley para tipificar esas figuras dentro del Código Penal descansan en la Cámara de Diputados y existen muy pocas chances de debatirlos durante el actual año electoral.
La Ley de Delitos Informáticos actualizó las penalidades dentro de un abanico de crímenes. Pero la velocidad de los avances tecnológicos es mucho mayor a los tiempos administrativos de Argentina, por lo que buena parte de los crímenes 2.0 se fueron modificando y quedaron fuera del marco legal.
En la actualidad, que una persona tome la identidad de otra (con nombre, datos personales, imágenes, etcétera) en un foro, un blog, o una red social como Facebook y Twitter no es un delito porque no está tipificado como tal.
A mediados del año pasado, y a instancias de entidades de abogados y profesionales que trabajan en el asesoramiento a víctimas de violaciones informáticas, se presentaron dos proyectos de ley para modificar el Código Penal e incorporar los delitos de “ciber hostigamiento” y el robo de identidad digital. Las iniciativas tienen giro a las comisiones de Legislación Penal; Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia; y Comunicaciones e Informática.
Ambas iniciativas fueron respaldadas por legisladores del PRO y del Peronismo Federal, pero sus impulsores admitieron a Notio que las posibilidades de éxito durante 2011 serán “casi nulas” debido a la “poca actividad que tendrá el Congreso” debido a la campaña electoral.
Facebook y Twitter, trámite lento
El robo de identidad en las redes sociales Twitter y Facebook es un clásico. Según los especialistas, las usurpaciones se realizan con el fin de dañar a la víctima quienes normalmente “sufren consecuencias psicológicas”, indicó el abogado Daniel Monastersky, responsable del sitio “Identidad Robada”.
Como ambas redes tienen su domicilio legal en el estado norteamericano de California, las víctimas argentinas deben probar haber sido afectadas mediante un formulario en las webs de Twitter o Facebook y esperar que ambas empresas definan la causa.
“Son delitos transnacionales. Se pueden resolver en 8 meses, un año, aproximadamente”, señaló Monastersky.
Por otra parte, el especialista aseguró que “la gente común” desconoce los mecanismos que tiene para denunciar el robo de identidad. A su vez, apuntó que los honorarios de los abogados penalistas “no son accesibles”, lo que limita las posibilidades de las víctimas de los delitos informáticos.
La difamación y la discriminación son los coletazos del robo de identidad. Son frecuentes los casos en los que se crean grupos en Facebook para hostigar a menores de edad, vulnerar su intimidad, sus preferencias sexuales y sus imágenes privadas. Según el titular de “Identidad Robada”, muchas víctimas de este tipo de delitos tuvieron que dejar el país por los constantes ciber hostigamientos.
A su vez, los pedófilos se dedican al robo de identidades para contactar a sus víctimas por las redes sociales.
Sin ley, sin red
El crecimiento de los delitos informáticos fue de la mano de los avances tecnológicos, y viceversa. Pero los avances legislativos quedaron a medio camino. Las sanciones y la cobertura a las víctimas no alcanzan a la magnitud de las vulneraciones que realizan los delincuentes de cuello blanco (en inglés se los conoce como “white collar crimes”), llamados así por ser un grupo exclusivo de conocedores de herramientas web.
Así las cosas, en la Cámara de Diputados ingresaron a mediados del año pasado dos iniciativas para modificar el Código Penal y tipificar los delitos del robo de identidad y el ciber hostigamiento, conocido como “Grooming”.
Según las iniciativas, se establecen penas de “entre seis meses y cuatro años de prisión” para los que busquen tener contactos con menores de edad, se concreten o no.
“No existen datos estadísticos exactos sobre la comisión de estas acciones en nuestro país. Pero las recientes noticias hacen referencia a una cantidad importante de casos en donde el uso de las redes sociales es el contacto inicial en la generación de una relación de confianza, y constituye el elemento iniciático del delito. El que luego se convierte en un medio para la concreción del encuentro y en algunos casos el abuso de los menores”, advierte el texto del proyecto.
Por su parte, otra de las iniciativas establece penas de entre seis meses y tres años de prisión” a quienes se apropien de una identidad que no le pertenezca.
Según el proyecto, en Estados Unidos, los “white collar” roban una identidad cada 4 segundos. Estos delitos afectan a 10 millones de personas por año y generan un perjuicio de 50 billones de dólares. La iniciativa legislativa aporta más números: en Estados Unidos, restaurar una identidad cuesta 8 mil dólares y se invierten 600 horas para realizar los trámites administrativos necesarios.
Zulma Lobato quiere ser tu amigo en Facebook
En Argentina, si bien no existen datos oficiales, los casos de robo de identidad vienen incrementándose en los últimos 5 años. Este aumento en los incidentes tiene una relación directa con la masificación en el uso de las nuevas tecnologías.
Según un relevamiento efectuado por “Identidad Robada” que contiene datos hasta enero de 2011, la multiplicación de perfiles de famosos en Facebook se incrementa año tras año.
Las cifras son abrumadoras: el personaje mediático que más perfiles tiene en la red social es Zulma Lobato, con 546 reproducciones. Lo siguen las estrellas teens Mariana Espósito y Juan Pedro Lanzani, quienes también superan los 500 perfiles.
Algunos escalones debajo de podio principal se ubican la actriz Emilia Attias (487 perfiles), el conductor Marcelo Tinelli (403) y el actor Nicolás Cabré (316). Ocupan el estudio famosos tales como Cacho Castaña, Luisana Lopilato, Facundo Arana, Pablo Echarri, Fabio “La Mole” Moli o Matías Alé.
Fuente: Notio
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